Tu Llamamiento Supremo
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Todos tenemos un momento en la vida donde nos preguntamos ¿Para qué existo?
Nos levantamos todos los días a trabajar o cuidar de la familia, pagamos las mismas facturas mes a mes, "descansamos" el fin de semana y así se nos pasan los días, llega diciembre con su "alegría" y luego el año nuevo repetimos lo mismo; hasta el momento en que llegamos a viejos, en el mejor de los casos le dejamos una herencia a nuestros hijos para que no empiecen de cero, y todo esto ¿Para qué?
"No negué a mis ojos ningún deseo
ni privé a mi corazón de placer alguno.
Mi corazón disfrutó de todos mis trabajos.
¡Solo eso saqué de tanto afanarme!
Luego observé todas mis obras
y el trabajo que me había costado realizarlas.
Vi que todo era vanidad, un correr tras el viento,
y que no había provecho bajo el sol." Ecl. 2:10-11
Todos, lo admitamos o no, tenemos el deseo profundo de saber ¿Quienes somos realmente? y ¿Para qué estamos en este mundo?
La respuesta está en el llamamiento supremo, el cuál tiene las siguientes características:
- Es dado por Dios y es irrevocable. Nadie te lo puede arrebatar (Rom. 11:29)
- Dios promete premiarte si alcanzas la meta de tu llamamiento (Fil. 3:14)
- Requiere santidad y compromiso personal (Efe. 4:1)
- No se puede lograr en tus propias fuerzas (sabiduría, poder), pues su objetivo final es la gloria de Dios (1 Cor 1:26-30)
- Una vez activado, ejercemos autoridad divina (de Dios) en esta tierra (Mt. 9:8)
Entonces ¿Cuál es tu llamamiento supremo? Solo tu creador te puede dar la respuesta, sin embargo el día de hoy, al mejor estilo de Matrix, te quiero ofrecer el camino para que lo puedas conocer y activarlo.
¿Quieres seguir con tu vida tal y como es? toma la píldora azul.
¿Quieres saber quien eres realmente, para qué estás en este mundo y en este tiempo? entonces sigue leyendo 💊...
Ten en cuenta que no hay marcha atrás, deberás renunciar a muchas cosas, pero recuerda que ellas no tienen significado eterno.
Tres pasos para activar tu llamamiento supremo:
1. Escucha la palabra
“Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la playa. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca.” Lc 5:3
2. Activa tu fé
“Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: —Lleva la barca hacia aguas más profundas y echen allí las redes para pescar. —Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —contestó Simón—. Pero, como tú me lo mandas, echaré las redes. Así lo hicieron y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse.” Lc 5:4-7
3. Dile ¡Sí!
“Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho, como también lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. —No temas, desde ahora serás pescador de hombres —dijo Jesús a Simón. Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.” Lc 5:8-11
Este último paso es personal, los primeros dos pueden darse dentro del contexto de tu congregación. Escuchas la palabra en tu iglesia y grupo pequeño, y esa palabra te activa a moverte en fé y a tomar decisiones que te bendecirán; pero llegará un punto donde Jesús te llamará de forma personal.
Mi oración es que cuando Jesús te diga cuál es tu llamamiento y te pida que lo sigas, no seas como el joven rico que le dijo “No”. Aunque fue un buen creyente y exitoso trabajador, al final fracasó porque no aprobó en este último punto.
"Sucedió que un joven se acercó a Jesús y le preguntó:
—Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer para obtener la vida eterna?
—¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? —respondió Jesús—. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
—¿Cuáles? —preguntó el joven.
Contestó Jesús:
—“No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre” y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
—Todos esos los he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?
Jesús respondió:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas."
Mt:19-16-22
Sus logros de este tiempo, los cuales fueron dados por Dios, fueron los que lo privaron de completar el proceso y seguir adelante con Jesús. Si hubiera dicho "sí", probablemente el testimonio que leemos hoy sobre él sería diferente, pero escogió lo temporal.
Cuando llegue ese momento, necesitarás estar dispuesto a dejarlo todo y seguirlo sin condición. Los discípulos de Jesús no damos el 10%, lo damos todo. Y recuerda, no importa que no seas perfecto, pues se trata del poder de Dios en ti.
"—No temas, desde ahora serás pescador de hombres —dijo Jesús a Simón" Lc 5:10b
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"¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti, la tienes en la boca y en el corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo."
Romanos 10:8-10