"Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez". Filipenses 4:12

Vivimos en una sociedad que mide el progreso en función de su nivel de riqueza o de pobreza. 

Colombia está a las puertas de su próxima elección presidencial, y los sondeos nos muestran el estado de salud de nuestro país: una población polarizada, con millones de personas que cada día alcanzan mayores niveles de probreza y otras más que desean mantener su status quo, por una idea utópica que asocia las posesiones con el éxito. Y en el paisaje... un planeta que sufre cada día más por nuestro excesivo consumismo, mientras las nuevas generaciones no logran encontrar su lugar en este mundo, buscan transformarlo, pero no saben por donde comenzar.

Vivimos en una era donde las personas medimos nuestro éxito en términos del "mammon" o el dinero (Mateo 6:24). Lo cuál nos ha llevado a estar en un estado de insatisfacción constante porque luchamos todos los días por acumular cosas que nunca nos llegan a satisfacer legítimamente.  

Veo cada día como los ricos viven con todo, pero no logran convivir en armonía unos con otros pues no logran alcanzar el "sueño americano". Y por otro lado, la mirada de odio y resentimiento de los menos favorecidos, porque piensan que nos hemos apoderado injustamente de lo que es de ellos.

No puedo dejar de pensar en la mirada de odio y de resentimiento que ví en aquella joven aquel día... creo que representa la mirada de Colombia. Y un país con el corazón resentido, eligirá a un gobernante que lo refleje.

A la final, todos estamos en esta búsqueda interminable, porque los ojos jamás se dan por satisfechos (Prov 27:20), sin darnos cuenta que tanto ricos como pobres, seguimos juntos, dando vueltas en el desierto.

Pero Pablo, el sistematizador del cristianismo occidental, quien era empresario, colaborador de Dios y servidor de Jesucristo. Encontró la respuesta! El aprendió a vivir! Jesús le permitió pasar por situaciones de escazes y de abundancia, para que nos pudiera enseñar con su ejemplo, a caminar en esta era, alegres en toda circunstancia, sabiendo que la verdadera riqueza realmente está en Cristo.  

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece... Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús." (Fil 4:13, 19) 

"Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha." (Sal 16:11)

"Yo soy el pan de vida" (Juan 6:48)